El año 2024 está siendo un año de cambio en las políticas de los bancos centrales. La rebaja en las cifras de inflación a nivel global ha permitido iniciar un nuevo ciclo de rebajas de tipos que, poco a poco, a medida que ha avanzado el año, se ha ido asentando a nivel mundial. Entre los países del G10, el primero en mover ficha fue el Banco de Suiza, ya en el mes de marzo, con una reducción inesperada de su tipo de interés oficial del 1,75 % al 1,50 %, que luego continuó en septiembre con una agresiva rebaja de 50 pb. Con la estabilización de los precios de la vivienda, y la menor presión sobre la corona sueca, el banco central de Suecia, el Riksbank, fue el segundo banco central del G10 en empezar este ciclo, y ya en junio, el BCE se unía a esta senda bajista al bajar 25 pb. los tipos de interés. Desde entonces, hemos visto bajar a la Reserva Federal (con un inesperado recorte de 50 pb. en septiembre), otra vez al BCE en septiembre y octubre (otros 25 pb. cada vez), e incluso el Banco de Inglaterra (que bajó 25 pb. en agosto).
Estos cambios en los tipos de interés han incidido, lógicamente, sobre los mercados de divisa. En el caso del cambio EURUSD, en el primer semestre de este año se movió en su rango más estrecho durante un periodo de seis meses desde la introducción de la moneda única, con niveles de 1,104 EUR/USD a principios de año, y EUR/USD 1,0601 a mediados de abril. Tras las rebajas de tipos del BCE de junio, septiembre y octubre, y sobre todo, tras la debilidad de los datos europeos, frente la fortaleza de EEUU, la divisa europea ha vuelto a perder terreno frente al USD, y cotiza de nuevo en torno a 1,08. A 12 meses vista, creemos que este nivel debería mantenerse, aunque con volatilidad puntual derivada, a corto plazo, del resultado de las elecciones presidenciales en EEUU (una victoria de Trump sería positiva a corto plazo para el USD), y a medio plazo, de la situación económica en ambas regiones.
En cuanto a otras divisas, la libra (GBP) ha sido, con diferencia, la divisa más fuerte del G10 hasta finales de septiembre. Frente al USD, ha ganado alrededor de un 3 % desde principios de año, y llegó a su nivel más alto desde abril de 2022 frente al EUR. Todo gracias a unos datos económicos que han sorprendido continuamente al alza, y que han relegado las posibles rebajas de tipos por parte del Banco de Inglaterra. Aunque en noviembre podríamos ver una nueva rebaja de tipos de 25 pb., lo cierto es que pocas regiones en el mundo pueden presumir de tener unos índices de confianza PMI de manufacturas, servicios y construcción en terreno claramente expansivo, por lo que las actuales ganancias tanto frente al EUR como el USD podrían mantenerse.
En cuanto a otras divisas, pese a las dudas actuales políticas (en Japón el partido LDP, en el gobierno desde 1991, no ha conseguido renovar una mayoría suficiente en las elecciones de octubre), creemos que el Banco de Japón continuará su viaje hacia la normalización de los tipos de interés, con dos subidas más previstas en los próximos doce meses, lo que podría elevar el tipo guía al 0,75 %. Esto debería favorecer una ligera apreciación del yen.
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