Después del revuelo, ¿qué sigue para el metaverso?

Cuando Facebook cambió su nombre a Meta y presentó sus grandes planes para el metaverso ante un gran revuelo mediático, muchos creyeron que la tecnología cambiaría radicalmente nuestras vidas. Ahora que el gran revuelo que ocasionó en su momento se ha calmado, ¿qué sigue?

“La vida real se trata de encuentros”, sabias palabras del escritor alemán Martin Buber, pero ¿y si en el futuro la naturaleza de los encuentros cambiara por completo? ¿Qué pasaría si las personas comenzaran a encontrarse cada vez menos en la vida cotidiana y, en cambio, se “encontraran” en mundos virtuales? ¿Cambiaría eso la forma en que interactuamos entre nosotros –de hecho, todo tipo de interacción social– y podría incluso cambiar el papel que desempeñamos en nuestra economía?

Lo que el metaverso podría significar para la banca, los procesos industriales y los consumidores

Permitir encuentros en mundos virtuales también es algo que los bancos están estudiando. Quieren utilizarlo para abrir nuevas formas de interactuar con sus clientes y acompañarlos en su viaje hacia el metaverso. Esta es una de las razones por las que Deutsche Bank abrió una sala 3D en Decentraland, una de las principales plataformas del metaverso, y pronto habrá otra sala. "El metaverso es donde está nuestro grupo objetivo del mañana", afirma Tim Alexander, director global de marca y marketing en Deutsche Bank.

Esto no sólo es válido para los bancos, opina el gestor de fondos de DWS, Manuel Mühl. Lanzó un fondo metaverso a principios de 2023, que invierte en unas 50 empresas. Mühl conoce bien el mercado. En algunas partes de la industria, afirma, el metaverso se ha vuelto indispensable. Se trata principalmente de procesos muy complejos que se pueden simular en el metaverso sin mucho esfuerzo. Esto es mucho más económico y menos propenso a errores que probarlos en la realidad. La medicina, en particular, ya se está beneficiando de esto: las aplicaciones de realidad virtual se pueden utilizar, por ejemplo, para practicar procedimientos quirúrgicos y formar profesionales médicos.

Sin embargo, probablemente pasará algún tiempo antes de que los particulares visiten los mundos virtuales a gran escala. Según un estudio de Capgemini del año pasado, nueve de cada diez consumidores en todo el mundo están interesados en el tema, pero sólo unos pocos se han sumergido realmente en un mundo virtual. Mühl espera que las posibilidades técnicas del metaverso maduren en los próximos diez años. Hasta entonces, las empresas todavía tienen algo de tiempo para experimentar y valorar si el metaverso puede ser útil para sus empresas.

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