Conozca las ventajas de un Plan de Pensiones Individual (PPI)
A lo largo de la historia, las finanzas personales, siempre han sido un tema de interés generalizado. Pero, en los últimos tiempos y al albor de las tendencias que surgen en redes sociales, la educación financiera parece que por fin está alcanzando la enorme relevancia que merece.
Cada vez son más las personas y las plataformas desde las que se difunde información enfocada a conseguir que nuestros ahorros valgan más, no solo en el presente sino también a lo largo del tiempo. Y en este mar revuelto de información es importante contar con un asesoramiento de un buen experto, que ofrezca información veraz y de calidad que nos permita realizar inversiones con criterio. En este sentido, uno de los recursos de ahorro para prolongar en el tiempo nuestra estabilidad financiera es contar con un Plan de Pensiones Individual (PPI).
¿Qué es un Plan de Pensiones Individual (PPI)?
Lo que conocemos como Plan de Pensiones Individual es un producto de inversión enfocado hacia el ahorro a largo plazo. Está pensado para un momento vital clave: la jubilación. Aunque también puede darse el caso de recurrir a él en situaciones como una incapacidad laboral, el desempleo de larga duración, una situación de dependencia, entre otros. Un PPI consiste en la realización de aportaciones monetarias periódicas o puntuales que se destinan a la cartera de activos financieros de una persona, gestionado por una entidad financiera o una gestora de fondos.
De manera constante, estas aportaciones se invierten en diferentes activos financieros, como acciones, bonos o fondos de inversión que permitirán obtener rendimientos que incrementen el capital acumulado a lo largo del tiempo. Lo interesante de estos es que a los posibles beneficios fiscales suponen un incentivo para el ahorro a largo plazo, pudiéndose desgravar todas las aportaciones en la declaración de la renta.
En el momento de la jubilación o en las situaciones mencionadas anteriormente, nuestra entidad financiera o gestora de fondos abonará las prestaciones aportadas al PPI.
“¿Y qué ocurre si una persona fallece antes de recibir estas prestaciones?” En este caso, los derechos consolidados del PPI, las aportaciones realizadas y los rendimientos que se hayan generado se convierten en derechos económicos a los que podrán acceder sus beneficiarios o herederos.
Por último, es importante destacar que las ventajas fiscales que ofrece este producto de ahorro determinan que se establezcan unas aportaciones máximas que se han ido reduciendo en los últimos años.
¿Cuál es su finalidad?
A grosso modo, el objetivo de contar con un Plan de Pensiones Individual es poder generar unos ahorros con los que mantener un nivel de vida óptimo en el momento de la jubilación. Esta necesidad de invertir en el futuro parte de una preocupación generalizada y es que el 70% de los españoles cree que la prestación económica que recibirán por parte de la Seguridad Social cuando culmine su vida laboral será insuficiente para cubrir sus gastos.
La inquietud parte también del elevado número de personas que acceden a la prestación por jubilación, actualmente unos 6,3 millones. La solución pasa por complementar esta ayuda pública con aportaciones personales que ofrezcan ingresos estables a lo largo del tiempo, sobre todo teniendo en cuenta que la esperanza de vida es un valor que no para de extenderse.
Los diferentes planes de pensiones dependen sobre todo del nivel de riesgo de estos: desde aquellos pensados para inversores muy conservadores, conservadores, moderados, dinámicos o arriesgados. Todos están formados por una composición de cartera distinta: desde un 100% de inversión en renta fija pública, hasta un 90% de inversión en renta variable.
Por norma general en las primeras fases del plan, cuando al beneficiario le quedan muchos años para la jubilación, se tiende a invertir la mayor parte del capital en renta variable, con el objetivo de maximizar la rentabilidad. Y conforme pasan los años, las inversiones son más conversadoras, enfocadas hacia la renta fija.
Otro aspecto importante que podemos cubrir al contar con un PPI es la diversificación del riesgo de nuestras inversiones ya que estas se destinan a una gran variedad de activos financieros que suelen llevar de la mano la posibilidad de obtener rendimientos más interesantes.
¿Cómo tributa el PPI en la declaración de la Renta?
Los PPI, aunque tributan como un rendimiento de trabajo, pueden ofrecer la ventaja fiscal de reducir la base imponible general del IRPF. Como límite máximo conjunto de las reducciones se aplicará la menor de las siguientes cantidades:
- Aportaciones a Planes de Pensiones:
- 30% de la suma de los rendimientos netos del trabajo y de actividades económicas percibidos individualmente en el ejercicio.
- 1.500 euros anuales.
Los rendimientos que generan las inversiones dentro del plan de pensiones, como los intereses, dividendos o plusvalías, no están sujetos a impuestos mientras se encuentren dentro del plan. Esto va a ayudar a que el capital invertido y nuestra capacidad de ahorro crezca de manera óptima.
A efectos prácticos, la Agencia Tributaria considera que un PPI es un salario en diferido que estamos reservando para disfrutar en el futuro y que, de este modo, en el momento presente no se le puede restar impuestos. Cuando se rescate el plan de pensiones hará falta declarar estas rentas como si fueran un salario. En este sentido, las aportaciones a planes de pensiones están en las casillas que van de la 462 a la 476 en la declaración de la Renta.
En caso de rescatar el PPI, las prestaciones tributan en el IRPF como Rendimientos del Trabajo en la base imponible general del perceptor aplicando el tipo de la tarifa que le corresponda.
Por otro lado, existen ciertas pensiones exentas de tributar como por ejemplo el pensionista que tenga un único pagador y sus rentas anuales estén por debajo de los 22.000 euros anuales. Además, en el caso de que los pensionistas tengan dos pagadores y la suma de los rendimientos que obtengan superen los 14.000 euros.
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